Querido Félix Miguel:
Hace pocos días, el 11 de mayo, recibiste el título de Licenciado en
Comunicación Social, circunstancia que ha llenado a toda la familia de gran
alegría, orgullo y satisfacción.
Para nosotros lo más significativo es que lograste alcanzar esa meta
profesional por tus propios medios, con tu propio esfuerzo, con tu propio
tiempo. De modo que tu logro es altamente meritorio.
Queremos expresarte, que este no es el único título que posees. Hace muchísimo tiempo te graduaste de buen
hijo, buen hermano, buen amigo y gran ciudadano.
También hace tiempo, con gran inteligencia, terminaste en la universidad de la vida una maestría en iniciativa personal, esfuerzo y dedicación, que te ha
permitido alcanzar el éxito que ya disfrutas, merecidamente, como joven
empresario.
Y lo mejor de todo es que ya
tienes un doctorado, junto con tu
hermano y mentor y constructor de sueños, Pedro J. Avila hijo, en fortaleza y
valentía para el trabajo.
Ambos tienen notas sobresalientes en saber
compartir el éxito con todos los que los rodean. Con su madre Chila, excelente ser humano en
todas las circunstancias; con su hermana Jo-Ann; con su abuelo Feliciano; con sus
sobrinos Andrea, Amanda y Alejandro; con sus tíos Marisela y Jorge; con su
primo Andrés Daniel; con su cuñado Juan Carlos; con amigos e incluso con
extraños; y con todos nosotros, una gran familia, una familia feliz, que te ama
a ti, y a todos sus miembros, con un amor infinito, enorme, inconmensurable.
Todos le damos las gracias a tu hermano Pedro J.,
por el apoyo más absoluto que te ha prestado.
Y les deseamos a todos la mejor
de las suertes en la vida, entendiendo la suerte como el esfuerzo, la habilidad
y la inteligencia para saltar todos los obstáculos y los peligros que la vida
nos depara y para desplegar toda la paciencia, la tolerancia y la humanidad que
se necesitan para comprender, compadecernos y ayudar a nuestros semejantes.
Como ya eres magister de la vida, Ph.D
de la iniciativa y el esfuerzo creador, y summa
cum laude en buena conducta, te expresamos nuestro muy especial
reconocimiento, con el cariño indestructible del amor. Estamos seguros de que
lograrás todos los triunfos que te propongas alcanzar, gracias a la firmeza de
tu carácter, a la grandeza de tus ideales, a la generosidad de tu corazón y a
la fuerza de tu voluntad indoblegable.
Tu padre, que te ama hasta el infinito.
Pedro J. Avila
Maracaibo, 22 de mayo
de 2012
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