Visión general creada por IA
Nos gusta la comida crujiente porque la experiencia sensorial es más intensa, involucrando oído, tacto y gusto, lo que activa el placer y la recompensa en nuestro cerebro. Históricamente, se asocia la textura crujiente con alimentos frescos y saludables, mientras que evolutivamente, el alto contenido de grasa en alimentos crujientes también resulta atractivo para el cerebro.
Factores sensoriales y psicológicos
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