"...Porque cuanto más conflictividad hay en la calle más necesitan nuestros servicios tanto los contratadores como los contratados.
P.- Para pymes y autónomos es fundamental ofrecer un abogado que no cobre las minutas de los grandes..."
"Yo no soy abogado, soy economista", cuenta Juan Pardo, director general corporativo de Legálitas. Pero lo primero que nos enseña al llegar a la sede es el corazón de la empresa, un enorme call center en el que decenas de letrados atienden las llamadas de los clientes. Con o sin crisis, los problemas con los vecinos siguen siendo el principal motivo de las consultas.
P.- Su empresa hoy es muy conocida pero muchos no sabemos los orígenes. ¿Nos los cuenta?
Nació hace 13 años y partió de la idea de dos emprendedores, que querían eliminar la barrera entre el abogado y el ciudadano medio. Muchos no sabían a quién acudir al tener un problema. Hemos roto esas barreras con un servicio en torno a la telefonía. En realidad vendemos abogacía preventiva, de la que se necesita cuando hay síntomas, no cuando el paciente está ya enfermo.
P.- ¿Y cuántos síntomas atienden?
Unas 6.000 llamadas diarias. El número uno sigue siendo problemas con la comunidad de vecinos, aunque ahora también se dan con los bancos, por multas, turismo... Nuestro producto cuesta 100 euros al año. Por unos 15 euros al mes ayudamos en ese día a día.
P.- ¿La crisis no ha agudizado otros problemas?
Tenemos un observatorio sociológico con la cátedra de la Universidad Rey Juan Carlos. Si en 2007 el 70 por ciento de las consultas tenían que ver con los inmuebles hoy son solo el 15 por ciento. Antes en temas laborales se hablaba de bajas voluntarias, hoy se pregunta por despidos, derechos, contrataciones... las consultas de inmigración, adopción y firma de hipotecas han desaparecido. Pero a cambio hay más consultas de consumidores, de servicios que se contratan... todo esto se mira con lupa ahora ya que antes, ya sea por desconocimiento o por pereza, no se hacía tanto. Y creo que es un síntoma de madurez social. Porque reclamar no significa judicializar. De hecho el 98 por ciento de nuestros casos se resuelven con acuerdos extrajudiciales. En estos 13 años hemos pasado de épocas de bonanza a una crisis profunda.
P.- ¿Cómo lo han notado los ingresos de la empresa?
La verdad es que crecemos desde hace 13 años. Tenemos casi 500 empleados, de ellos 260 abogados. Sobre todo hemos notado el crecimiento desde que en 2004 orientamos el negocio de manera individual y nos dirigimos a clientes, familias, autónomos, a conductores desde que se puso en marcha el carné por puntos. Este año prevemos cerrar con un 18 por ciento más de facturación. Porque cuanto más conflictividad hay en la calle más necesitan nuestros servicios tanto los contratadores como los contratados.
P.- Para pymes y autónomos es fundamental ofrecer un abogado que no cobre las minutas de los grandes...
Desde luego tanto pymes como autónomos encuentran con nosotros el asesoramiento de una gran empresa. Nuestros abogados están especializados en cualquiera de las ocho disciplinas del Derecho. Rompemos con ese modelo inyectando tecnología. Utilizamos teléfono porque queríamos poner rapidez y comodidad. Les decimos a nuestros abogados: no le digas al cliente que haga una cosa, hazla tú. Hace dos años creamos un producto llamado Escudo online. Ahora estamos revolucionando el mercado otra vez para atender esas llamadas al día.
P.- ¿Y la tecnología? ¿Cuánto contribuye a esa revolución a la que aspiran?
Mucho. Estamos poniendo en marcha un modelo para Internet y es fundamental estar al día con todo lo que aparece en el mercado. Dispositivos como HP Officejet Pro, con tecnología ePrint que permite enviar documentos desde cualquier sitio directamente a la impresora, nos permiten avanzar en la buena dirección con este ambicioso proyecto en el que nos hemos embarcado.
"Vendemos abogacía preventiva, cuando se ven síntomas pero no enfermedad" - elEconomista.es
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